Un campo específico en la misión evangelizadora es el de formar, mantener y propagar nuestra rama de laicos: Unión Eucarística Reparadora (UNER), considerada como fermento en la masa para la eucaristizar el mundo”.
Vamos enviadas por la Iglesia y la Congrecaci ón para llevar el Evangelio vivo de la Eucaristía, esto es lo que llamamos EUCARISTIZAR: acercar a los hombres al Corazón de Cristo en la Eucaristía, para que vivan de la Vida que de ahí brota; es la acción de volver a un pueblo loco de amor por el Corazón Eucarístico de Jesús”.
De la Eucaristía brota la exigencia y el compromiso de evangelización con todas sus consecuencias: anuncio gozoso de la presencia salvadora del Señor.
Vamos entre caminos y montañas sortando barrancos y vadeando ríos, prontas a trasladarnos donde nuestra misión nos necesite.
Sentimos la necesidad de darnos, gastarnos y entregarnos de todos lo modos y maneras posibles y a nuestro alcance.