La Obra de las Marías de los Sagrarios y Discípulos de San Juan se estableció en Sevilla en el año 1912. Fueron pasando los años y una María del Sagrario, Beatriz Oliva, con mucho deseo de que la Congregación se estableciera allí, ofreció su propia casa para ello. Finalmente, en mayo del año 1961 este anhelo se hizo realidad. Las hermanas llegaron a Sevilla, y allí fundaron un nuevo Nazaret.
De la mano de María y el Sagrado Corazón
El Nazaret sevillano, nacido bajo el amparo de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad de Sevilla, se fundó el 15 de mayo de 1961, y las hermanas de la comunidad fundacional fueron María Dionisia García (superiora), María Sara Martín, María Araceli León y María de la Calle Acinas. Un poco más tarde llegó Hna. María Benigna, así que fueron 5 hermanas. La casa de Beatriz Oliva es el lugar donde la comunidad se estableció al llegar, y donde residen actualmente (Mateos Gago, 9-A).
Al poco tiempo de la fundación, en junio de 1.961, las Hnas. realizaron una misión en un suburbio llamado Quintillo, a 6 km. de Sevilla. Era un poblado con 175 chozas. Allí entronizaron el Corazón de Jesús en casi todas ellas. Hoy ese suburbio no existe.
En la cuna de los fundadores
Este Nazaret ubicado en el corazón de Sevilla es muy significativo, ya que en esta ciudad nacieron nuestros Padres fundadores, Manuel y su hermana María Antonia. San Manuel nació el 25 de febrero de 1877 y fue bautizado en la Iglesia de San Bartolomé, en su infancia fue Seise de la Catedral, realizó sus estudios en el Seminario, fue ordenado sacerdote en el Palacio Episcopal y consagrado Obispo de Málaga en la Catedral de Sevilla.
Además, esta presencia nazarena está muy ligada a nuestro carisma, porque cerca de Sevilla se encuentra Palomares del Río. En los inicios, las hermanas iban a Palomares cada quince días para dar catequesis a mujeres, jóvenes y niños. Cuando llegaban, los miércoles, tocaban la campana y enseguida se reunían todos, ¡y con qué ilusión venían! A lo largo de los años, los viajes eucarísticos desde Sevilla a Palomares, de hermanas y otros peregrinos, son incontables, y fuente de mucha renovación espiritual al visitar aquel Sagrario, el mismo en el que san Manuel encontró a Jesús abandonado y que dio origen, el 2 de febrero de 1902, al carisma eucarístico reparador.
Un regalo simpático
Visitando un pueblo, El Garrobo, en el primer viaje apostólico, la señora que llevó a la Hnas. María Dionisia y María Sara en su coche, como iban a comulgar allí les llevó el desayuno, consistente en las típicas tortas sevillanas que tan buenísimas son, y después les dijo: «Quiero se lleven escobones, que es lo típico de aquí». Y ellas se creyeron que eran unos dulces con ese nombre. Cuando estaban comiendo llamaron a la puerta y como desde el comedor se ve quien llama por una ventana falsa en la pared de enfrente, se asoma Hna. María Sara y con cara de espantada y susto se vuelve y dice: «¡Pero si son escobas de verdad!». Figúrense la risa y desilusión al ver cómo desaparecían las ilusiones de dulces transformadas nada menos que en escobas; desde luego hermosísimas.
Desde la llegada de las hermanas, a lo largo de estos 60 años siempre hubo en la comunidad muchas y variadas actividades apostólicas, entre las que se puede destacar la labor del ropero eucarístico, la misión compartida con la FER, la catequesis, las visitas a los pueblos y la atención a la sacristía de la Catedral. Actualmente, las hermanas siguen acompañando grupos UNER de distintos pueblos y parroquias de la capital.
¿Sabías que…?
- La Virgen de los Reyes, cuya advocación da nombre a este Nazaret, es la patrona de Sevilla. Su fiesta se celebra el 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María, con una multitudinaria procesión por las calles de la ciudad. Su imagen se venera en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla.
- San Manuel González es patrono de los Seises. Él mismo formó parte de este grupo de niños de coro que bailan delante del Santísimo de la Catedral de Sevilla en las solemnidades del Corpus Christi y de la Inmaculada.