Era el año 1958 cuando daba inicio la historia nazarena en Roma, y no es casual el periodo histórico en el cual comienza esta andadura misionera en la Ciudad Eterna. Era realmente necesaria esta presencia, pues se acercaban años en los que se darían grandes pasos: la aprobación pontificia de la Congregación y la introducción de la causa de Nuestro Padre, con la consiguiente beatificación y canonización. Y otros grandes momentos de gracia ha ido regalando el Señor a Nazaret, y esta comunidad ha sido testigo de todo ello.
Las primeras misioneras en la Ciudad Eterna
Procedentes de la Casa generalicia, que entonces tenía su sede en Palencia, el 9 de enero de 1958 llegan a Roma las Hnas. Ma. Patricia Oriol y Ma. Sagrario (del Pilar) López-Negrete. Durante un mes se alojan en la comunidad de las Hnas. Reparadoras, pues, como el Señor, no tenían donde reclinar la cabeza. En las crónicas de la casa escriben que, «palpando la intervención providencialísima del Amo», el día 11 de febrero se establecieron en la nueva comunidad. Nazaret nace en Roma pobre, sencillo y humilde, pues así fue su primera sede: un pequeño apartamento alquilado en Vía Nomentana n. 19. Poco después, el 15 de marzo, llega el resto de la comunidad: Hnas. Ma. Elena González, Ma. Ignacia Alberladejo y Ma. Sacramento Samper. Desde su llegada, las Hermanas estuvieron en contacto con las Marías romanas e iban al Ropero eucarístico que tenían en la comunidad de las Hnas. Sacramentinas.
Y el 10 de mayo de 1958 es la fecha elegida por el Señor para quedarse «para siempre» (así lo señalan en la crónica) en Nazaret. El día de la llegada de Jesús se establece como fecha de fundación del Nazaret romano. Las crónicas cuentan que la celebración estuvo presidida por el P. Arcadio Larraona, Secretario de la Congregación de religiosos, con la presencia de la Excma. Sra. Embajadora de España, numerosos sacerdotes (muchos de ellos españoles) y religiosas, además de una representación de Marías y vecinos.
Cumpliendo la misión para la que se había fundado
Esta nueva fundación muy pronto comienza su misión como una comunidad-puente, y nos atrevemos a usar esta expresión porque ya desde el comienzo iba cumpliendo los objetivos para los cuales había sido fundada, siendo la «Casa di Procura» de la Congregación.
Desde los inicios se mantuvo un contacto cercano con la Obra, acompañando a las Marías en su formación, retiros y trabajo en el ropero eucarístico, el apostolado parroquial donde era posible hacerlo y la acogida en la comunidad de las Hermanas que por motivos de trámites o en peregrinación llegaban a Roma.
Una primera gran alegría fue la noticia de la aprobación pontificia de la Congregación, que, según las crónicas, la Congregación de religiosos se la había comunicado a la comunidad el día 21 de septiembre de 1960. Esta noticia tan esperada se transmitió inmediatamente a la Madre General, y el día 1 de octubre llegaba a Roma Nuestra Madre María Antonia González García, acompañada por las Hnas. Ma. de la Concepción y Ma. Patricia y por Don Zacarías Gama. La agenda romana comenzó el día 5 de octubre visitando la Congregación de Ritos, donde introdujeron el Proceso de Nuestro Padre.
La aprobación pontificia en manos de Nuestra Madre Fundadora
El día 11 de octubre de 1960 Nuestra Madre Fundadora, acompañada por las Hnas. Ma. de la Concepción y Ma. Patricia, recibe las nuevas Constituciones aprobadas de manos del Card. Larraona en el Palacio de San Calixto. Las crónicas cuentan también que el día 14 las recibió en audiencia privada el Papa San Juan XXIII, a la cual asistió también Don Zacarías Gama.
Pocos días después, el 17 de octubre, Nuestra Madre profesa los votos religiosos perpetuos –con la nueva fórmula prescrita en las Constituciones– en manos de un representante de la Santa Sede, en la capilla de la comunidad. Quedaba así incorporada a la nueva Congregación, siendo que la Sociedad de Marías Nazarenas se había transformado en Congregación religiosa de votos públicos. Seguidamente profesaron las demás Hermanas por orden de precedencia. En ese tiempo era superiora de la comunidad Hna. Ma. Clementina López.
Y este pequeño Nazaret ha sido testigo de este momento de gracia.
Otros sueños se hacen realidad
Con el paso de los años, esta comunidad ha ido consolidando su misión de ser «puente». Además de la visita de Nuestra Madre Fundadora María Antonia, visitó también la comunidad Nuestra Madre María de la Concepción en diversas ocasiones –también para la clausura del Concilio Vaticano II– y las sucesivas Madres Generales, además de los tiempos de visita canónica, para participar en las Asambleas generales de Superioras Generales o por motivos de su cargo.
Otro puente se tiende en el año 1985, cuando abre sus puertas al Juniorado, iniciando así un tiempo nuevo y de grandes oportunidades. Muy pronto se convierte en Juniorado Internacional, que se prolonga hasta el año 2004. Durante muchos años las junioras asistieron al Instituto Pontificio «Regina Mundi», y tras el cierre definitivo del mismo continuaron sus estudios en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, conocida como «Angelicum». Las maestras de junioras han sido, sucesivamente, Hna. Ma. Sofía Morrondo y Hna. Ma. Teresa Castelló, nuestra actual Madre General. Fotos 12 a 15
La presencia nazarena en Roma ha sido testigo también de los grandes acontecimientos de la Beatificación (2001) y Canonización (2016) de Nuestro Padre, acompañando el proceso con todo lo que ello implica, acogiendo a las Hermanas que por motivos del mismo visitaban Roma y a las que peregrinaron a la Ciudad Eterna en esas dos grandes ocasiones, abriendo sus puertas, en la medida de sus posibilidades, con sencillez nazarena.
El deseo de Nuestro Padre, «servir a la Madre Iglesia de balde y con todo lo nuestro», es una dinámica constante en nuestra vida nazarena, donde sea que nos encontremos. En Roma, el Señor nos ha concedido vivir este deseo trabajando al servicio de la Santa Sede, primero en la edición en lengua española de L’Osservatore Romano, desde el año 1978 hasta 2016, y actualmente, desde el año 2017, en la sección española de Secretaría de Estado.
Nazaret misionero, y sus sedes romanas
A los humildes comienzos de la fundación romana siguieron algunos cambios de sede. Como decíamos al inicio, todo comenzó en un apartamento alquilado en Via Nomentana, n. 19, scala B, int. 2., y la comunidad estuvo allí desde el 11 de febrero de 1958 hasta el 8 de enero de 1959. Luego, también en un apartamento alquilado, establecieron la sede en Via Salaria, n. 222, donde residieron desde el 9 de enero de 1959 –la primera Misa fue el 18 de enero– hasta el 24 de septiembre de 1966. Ese mismo año 1966, el día 14 de febrero, se abre una comunidad en el colegio Don Guanella en Via de la Buffalotta, n. 550, y por pocos meses hay dos comunidades en Roma; permanecen allí hasta el 30 de junio de 1977. Otra nueva casa acogerá a Nazaret, ahora en el centro de Roma, en la rectoría de la Iglesia «San Giuseppe a Capo le Case», en Via Zucchelli n. 11; se firma el contrato a inicios de enero de 1974 y las Hermanas se instalan allí el 20 de enero sucesivo. En este tiempo, de 1974 a 1977, también hubo dos comunidades en Roma. En la sede de Via Zucchelli hemos estado hasta el 3 de diciembre de 2018, fecha en la que la comunidad se traslada a una sede propia, en Via Bistagno 100, en el barrio romano de Montespaccato.
La sede actual de Nazaret
Ha sido el año 2018 el tiempo elegido por el Señor para el cambio de casa, y no es casual, es un año que habla mucho de Providencia. Un extracto del acta de conclusión de la visita canónica de nuestra Madre Ma. de la Concepción González, segunda Superiora general, a la comunidad de Roma, con fecha 3 de mayo de 1968, expresa un deseo: «…ha considerado nuevamente la Rvda. Madre, la necesidad cada vez más apremiante de conseguir un “villino”, lo cual quedó en la anterior visita pendiente, según parecía, de pronta solución, pero que aún no ha podido llevarse a cabo…». Un asunto que había quedado pendiente lo vemos realizarse exactamente 50 años después. Ha sido una gracia muy grande sentirnos parte de un sueño que se hace realidad, y ser testigos de que es el Señor, quien todo lo conduce, el que lo hizo posible. fotos 26 a 28
Y Nazaret sigue eucaristizando de las formas más diversas, desde su vida sencilla, el apostolado parroquial (catequesis, coro de niños, equipos de pastoral), el trabajo al servicio de la Santa Sede, formación de grupo UNER, visita a personas necesitadas y colaboración con distintos organismos nazarenos (revistas, equipos).
¿Sabías que….?
- Cuando las Hermanas llegaron a Roma la Obra de las Tres Marías ya estaba en Italia, pues había sido fundada en el año 1925.
- El corazón del Nazaret actual, el Sagrario, viene del oratorio de la casa que teníamos en Marqués de Valdecañas, en Málaga.
- La mayor parte de nuestra historia nazarena-romana se construyó bajo la protección de San José, en la iglesia «San Giuseppe a Capo le Case».