Al poco tiempo de que san Manuel comenzara la Obra de las Marías en Huelva, llegaron a Zaragoza los ecos de la petición de una «limosna de amor» para Jesús, de dar una respuesta de amor al Amor abandonado, y así las Marías, respondiendo con generosidad, comenzaron su andadura por tierras aragonesas. ¡Cuántas cosas se podrían contar de todo lo que hicieron…! En 1934, visitaron este Centro dos Nazarenas desde Palencia y palparon cómo habían captado el carisma, cómo sabían vivir y dar al Señor el amor reparador que le es debido.
Nazaret en tierras aragonesas
Como eco de esta visita, las Marías por medio de su director D. Luis Latre, pidieron a san Manuel la fundación de un Nazaret en Zaragoza y desde ese momento comenzó a ser un sueño lo que tres años después fue una realidad. El 29 de marzo de 1937, lunes de Pascua de Resurrección, el Excmo. Sr. Arzobispo de la Archidiócesis, en ese entonces D. Rigoberto Doménech Valls, aprobó oficialmente la fundación. Finalmente, el 28 de mayo de ese mismo año llegaron a Zaragoza las Hnas. María Desamparados Ravello Montesinos (como superiora local), María Manuela Castro Morillo (como vice superiora y consejera), Pilar María Molina Doña y María Josefa Escalona Fernández, para formar la primera comunidad nazarena, muy cerca de la Basílica del Pilar.
Antes de salir de Palencia, las hermanas fueron a despedirse de Ntro. Padre Fundador, que les dio esta consigna: «Madre Inmaculada del Pilar, que las cuatro que venimos al nuevo Nazaret zaragozano, seamos pilares tan recios que sobre ellos se pueda levantar un Nazaret muy grande y muy fecundo». Llegaron al piso de la calle del Pilar 24 (frente a la Basílica), en el que vivirán solo un mes, ya que, después de haberlo alquilado, los dueños se enteraron que sería demolido para ampliar la plaza de las Catedrales, además era pequeño y no reunía las condiciones previstas para el apostolado. Pronto consiguieron otro. El 26 de junio se trasladaron al piso de la calle del Marqués de Casa Jiménez n. 1, que reunía mejores condiciones para Nazaret y los fines de la Obra.
Una vez en Zaragoza se presentaron al Sr. Arzobispo. La acogida fue muy enriquecedora, les manifestó la necesidad de su apostolado tanto en la ciudad como en los pueblos, señalando que estaban muy fríos en la parte espiritual. A pesar del estado de zozobra por la guerra, las hermanas pronto comenzaron con su labor en la casa, en la parroquia de Santiago a la que pertenecían y en los pueblos.
Casa de puertas abiertas
Ya con la casa en marcha y con aquel grupo que había asimilado el carisma y su urgencia en la sociedad, nada ni nadie las detiene. Siempre al amparo del Amo, el 16 de julio de 1937 se inauguró la Capilla provisional y el 4 de diciembre fue la inauguración oficial de la Capilla. San Manuel no pudo asistir, pero envió a las hermanas estas palabras: «Corazón de Jesús Sacramentado, que te dignas venirte a la casa de tus Marías Nazarenas a vivir con ellas, que tus ojos no vean aquí nada que te desagrade; que tus oídos las oigan hablarte constantemente; que sus corazones sean incensarios siempre tan encendidos que con el calor de su amor te quiten los fríos de los Sagrarios de la Diócesis y con el aroma de los granos quemados del incienso de sus sacrificios, llenen los pueblos de olor a Eucaristía, comida y vivida. Madre Inmaculada del Pilar, Reina de esta bendita tierra aragonesa que supo decir que no a todos los invasores, forma delante de este Sagrario legiones de Marías y Discípulos de San Juan que alejen de todos los Sagrarios los demonios del abandono con su grito tenaz: ¡Aunque todos … yo no!».
Siguiendo el deseo de Nuestro Padre de que Nazaret tuviera siempre las puertas abiertas para atender al que llegara, sobre todo a los miembros de la Obra, la casa se convirtió en escuela de formación y conservación de espíritu, fortaleciendo los grupos de niños, aspirantes y Marías, en secretariado para su propaganda y organización, en Centro del ropero eucarístico. El ropero eucarístico siempre prestó un gran servicio, con la ayuda de Marías y voluntarias.
La casa acogía también grupos de la parroquia, de Acción Católica, de catequistas, entre otros. Cuando las hermanas llegaron a Zaragoza, España estaba en guerra civil; a pesar de ello, pronto se pusieron en marcha con el apostolado. En las crónicas de esos años, comentan que mientras tenían las reuniones de formación, en más de una ocasión se oían las sirenas, anunciando los aviones, por lo que tenían que refugiarse en los lugares designados, y allí continuaban con su labor.
La esperada visita de san Manuel
El 29 de octubre de 1939, día tan esperado, llegó de madrugada a Zaragoza nuestro querido Padre fundador, acompañado de su secretario D. Fernando Díaz de Gelo, de su hermana y cofundadora Madre María Antonia, de su sobrina Hna. María de la Concepción y de la maestra de novicias, Hna. María Mercedes Ruiz Alba. Asistió a celebraciones, reuniones, charlas, formación y entrevistas. En una de las reuniones con la Junta Diocesana, san Manuel les dijo que: «para que la Obra aquí llegara a su perfecto desenvolvimiento necesitábamos casa mayor y había que comprar una, contando con la Providencia de Dios como él había hecho siempre en sus obras».
Al salir de la Basílica de una de sus visitas a la Virgen del Pilar, mirando la iglesia San Juan Bautista de los Panetes y terrenos aledaños, manifestó que ese sería un buen lugar para el nuevo Nazaret. Nuestro Padre, en su visita a la Basílica subió a besar a la Virgen y dijo que la besó en la cara como se besa a las madres. Salió de Zaragoza el 6 de noviembre para Madrid. Dos meses después, el 4 de enero, fue su partida para el cielo. Murió bajo el manto de tan querida Madre, la Virgen del Pilar. Este Nazaret fue el tercero que se fundó, después de las comunidades de Málaga y Palencia, y el último en vida de san Manuel.
La iglesia San Juan de los Panetes
Puesta su confianza en el Señor, las Hermanas seguían buscando otra casa más grande, dando los pasos necesarios para ello. Por iniciativa de una María, se comenzó a gestionar la adquisición de la Iglesia y terrenos aledaños de San Juan Bautista de los Panetes, perteneciente al Patrimonio Nacional, que en 1935 fue quemada por los anarquistas en el curso del gran levantamiento proclamado contra la República. Después de muchos trámites y viajes, en septiembre de 1942 se nos dio en concesión de usufructo la iglesia de San Juan de los Panetes y los terrenos aledaños en donde se construirá el nuevo y definitivo Nazaret de Zaragoza. El 4 de marzo de 1944 se puso la primera piedra y el 21 de noviembre de 1948, Fiesta de la Presentación de la Virgen María, se bendijo la Capilla provisional, quedándose ya Jesús a vivir aquí. Ese mismo día, algunas hermanas se instalaron e inauguraron este Nazaret adecuando los espacios que estaban a medio terminar. Los días siguientes, poco a poco, se completó la mudanza y el traslado de las hermanas.
El 18 de marzo de 1960, el entonces Arzobispo D. Casimiro Morcillo hizo la reconciliación de esta Iglesia por haber sido profanada, quedando ya abierta a los fieles.
El servicio que prestaba la iglesia San Juan Bautista de los Panetes siempre fue bien acogido y apreciado por los distintos Prelados de la Archidiócesis. Después de la Reconciliación del Templo, fue asignado como Templo Auxiliar de la Parroquia del Pilar y más tarde también como Centro Eucarístico de Zaragoza en el que se celebraban las XL Horas y los Jueves Eucarísticos.
Otro signo muy concreto de la Providencia de Dios, que nunca faltó en este Nazaret, fue el 30 de enero de 1987, cuando explotó un coche bomba frente a nuestra Casa. Con la bendición de Dios, todas las hermanas salieron ilesas, aunque no fue así con la casa y la Iglesia, que quedaron bastante destrozadas. Pero se palpó en todo momento la mano de Dios. Una María prestó su apartamento en la Plaza del Pilar para que las hermanas vivieran allí hasta que terminen las obras de restauración y pudieran volver a la casa. También las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl ayudaron y apoyaron a las Hermanas desde el primer momento del atentado. En el transcurso de la restauración, el 1 de junio adecuaron una sala como vivienda y volvieron a vivir en Nazaret. Poco a poco se fueron habilitando todos los espacios. Después de varios años, el 25 de enero del año 2003 la iglesia de San Juan de los Panetes volvió a tener culto, y poco a poco se siguió con su remodelación.
Junto a la Virgen del Pilar, Patrona de Hispanoamérica
A petición del Sr. Arzobispo don Elías Yanes Álvarez, desde el año 2004 Nazaret es oficialmente el centro de atención pastoral de la Comunidad Latinoamericana en Zaragoza y las Hermanas son las responsables de la organización y coordinación de toda la pastoral que se realiza con ellos. Acoge también en sus instalaciones a diversos grupos: Adoración Nocturna, Vida Ascendente, Cofradía de El Despojado, Almas Pequeñas, etc. Como acción social, colabora con el Banco de alimentos, beneficiando a 130 familias y en alguna ocasión, sirviendo de referencia y aval para que puedan encontrar trabajo. Por su edificación, este Nazaret tiene la capacidad de acoger a muchas personas, cuenta con habitaciones con baño interno, un salón grande y otro pequeño, un comedor grande, dos capillas y la iglesia. Por eso, desde los inicios, por estar en la Plaza del Pilar, donde se encuentra la Basílica de nuestra Madre Inmaculada del Pilar, la casa presta sus servicios acogiendo y organizando tandas de Ejercicios Espirituales, retiros y encuentros para todas las edades. Actualmente ofrece sus servicios como hospedería.
La misión eucaristizadora se realiza en comunión con la Familia Eucarística Reparadora, en casa y en varios pueblos. Con la apertura de la iglesia, diariamente se facilita a quienes la visitan el encuentro con el Señor y en la tarde compartimos la Adoración eucarística, el rezo de vísperas y el santo rosario.
También se trabaja pastoralmente con los migrantes de Latinoamérica en la preparación de los Sacramentos, catequesis de niños y adultos, grupos de liturgia y formación bíblica. En sus respectivas fechas, se impulsa y orienta las celebraciones de las festividades religiosas de cada país. Y en toda ocasión, como fruto de la vivencia de nuestro carisma, se intenta mantener una actitud de acogida, escucha y atención hacia todas las personas que se acercan a nuestra casa.
¿Sabías que…?
- En esta casa falleció, el 13 de febrero de 1954, la Hna. Ana María Boix, perteneciente al primer grupo de hermanas que iniciaron Nazaret. Sus restos descansan en el cementerio situado en Sector de la Cartuja.
- En este Nazaret se llevó a cabo el VII Capítulo General, del 4 de abril al 5 de mayo de 1988, en que fue elegida Superiora General la Hna. María del Pilar López-Negrete Martín.
- Nuestra iglesia se llama San Juan Bautista, pero es conocida como iglesia San Juan de los Panetes, se cree que es por la labor asistencial de la Orden de Malta (siglo XVIII), ya que en la comunidad existía horno de pan, para propio abastecimiento y para auxiliar a todo aquel que lo necesitase. Los pobres acudían al lugar a recoger los panes que la Hermandad repartía al que llamaba a su puerta.
- A mediados del 1800, en la antigua edificación adjunta al templo vivió santa María Micaela del Santísimo Sacramento, conocida como la Madre Sacramento, fundadora de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, y se dice que en esta casa escribió las Constituciones de dicha congregación religiosa.