A las 18.30 hs. del tres de mayo del año 1921, la Hna. Ana María Boix se dirigió a la estación de Málaga para buscar a tres jóvenes valencianas. Llegaron al Palacio episcopal donde las esperaba la Hna. María Antonia González y llenas de alegría pasaron a la capilla para saludar a Jesús y ponerse a su disposición en todo cuanto Él quisiera hacer con ellas y por medio de ellas. Se establecieron en un modesto piso de la calle Marqués de Valdecañas. Cuando san Manuel González, entonces obispo de Málaga, llegó de un viaje que estaba realizando, las animó en su entrega generosa. Así nació Nazaret.
La casita del monte
Con la llegada de nuevas vocaciones a la naciente comunidad, el piso les quedó pequeño. La noche del 15 de junio de 1922, las siete nazarenas que había hasta ese momento durmieron por primera vez en Villa Nazaret, en la casita del monte, pensando que sería sólo durante el verano, mientras se encontraba otra casa más grande que el piso. Pero, viendo que era un sitio tan sano, decidieron quedarse. Leemos en las crónicas: «La soledad, el silencio, el mar, el cielo, el campo, ¡cómo nos hablaban todas estas grandezas de Dios!».
El primer viaje misionero de una Nazarena fue el día del Corpus del año 1922, al pueblecito de Totalán. Y desde ese primer viaje, el trabajo apostólico de Nazaret fue creciendo. Cuando las hermanas partían, san Manuel solía escribirles algunas letras. Les decía: «Sois viajantes de la Casa “Jesús Abandonado”; por cuenta de esta casa trabajáis, habláis y os movéis. Esa casa que nunca quiebra y siempre paga, no según el fruto de sus viajantes, sino por la unión e intención con que se haga». En esa casa de Villa Nazaret las hermanas se sentían cada vez más felices, sólo les faltaba para que su dicha fuera completa tener con ellas a Jesús. Ese día llegó el 20 de enero de 1924, fiesta de San Sebastián. San Manuel González, acompañado de los sacerdotes del seminario y de todos los seminaristas, en una conmovedora procesión, llevó por fin a Jesús Sacramentado a su primer Sagrario nazareno.
Creciendo por dentro y por fuera
Puertas adentro, silenciosamente como Jesús en su vida eucarística, ¡cuánto trabajo misionero! En 1926 san Manuel traspasó a Nazaret el Secretariado General de la Obra que antes funcionaba en Madrid y se nombraron las hermanas que habían de formarlo. También en este Nazaret se hacían todos los envíos de la revista El Granito de Arena y de los libros escritos por san Manuel. En El Granito de 1935 puede verse una foto con diecisiete hermanas trabajando en la hermosa sala de labor que llamaban “el incensario”, nombre que le puso san Manuel, porque quería que todo lo que en ella se hiciera fuese como incienso que se quemara en alabanza, compañía y reparación de Jesús Sacramentado.
El 23 de abril de 1930 se inauguró la nueva casa. San Manuel titula la crónica de ese día, publicada en El Granito de Arena, “Un buen regalo de Pascua. El estirón de la casa de Nazaret”. La Primera Misa en la nueva capilla fue al día siguiente, 24 de abril. A esta Capilla, san Manuel la denominó de “Santa María de los Dolores y de las Santas Marías”. Actualmente se conserva en el mismo sitio y es hoy, como todas las Capillas de Nazaret, templo jubilar.
Casa de formación
Un día, le dijeron a nuestro santo fundador: —¿Cuándo van a salir por ahí a trabajar esas Marías que tiene reunidas, con tanto como hay que hacer? Él respondió: —Déjelas ahí, en Nazaret, que ahora están sacando virutas; ya saldrán. En efecto, en esta casa del monte siguieron su plan de formación las primeras hermanas. Y en todos estos años se han vivido, en distintos momentos, las diversas etapas de formación. Comenzó en 1928 el primer noviciado. En 1994 se estableció el juniorado internacional, formándose allí junioras de España, Portugal, Argentina, Ecuador, México, Perú y Venezuela. En 1998 dos jóvenes españolas comenzaron el postulantado y luego otra en el 2001. En el 2007 se estableció como casa noviciado, y desde ese momento se han formado novicias de España, Venezuela, Ecuador, Argentina, Perú y México. En la actualidad están haciendo su noviciado una novicia malagueña y otra sevillana. ¡Damos gracias a Dios!
Además, desde los inicios hubo una estrecha relación con el Seminario Diocesano de Málaga, fundado por san Manuel. Las hermanas consideraron siempre una gracia muy grande vivir tan cerca del Seminario. En las crónicas de todos estos años puede verse cómo se ha mantenido siempre una relación de mutua ayuda, sintiéndonos familia, compartiendo Eucaristías, charlas, clases y hasta ejercicios espirituales. En las convivencias y semanas vocacionales se trabaja en conjunto, formando un buen equipo de pastoral vocacional.
Ocultas y andariegas
Continúa la entrega de las hermanas en una vida sencilla y oculta, y al mismo tiempo, con una dimensión misionera, de Iglesia “en salida”. Leyendo las crónicas de todos estos años vemos la riqueza de su misión. Mencionamos algo de tanta historia, sabiendo que es imposible traducir en palabras la variedad y la belleza de lo que el Señor ha hecho por medio de sus Nazarenas. Vayan algunos ejemplos: animan la UNER, JER y RIE en la ciudad y en numerosos pueblos, acompañan en su formación a las Misioneras Eucarísticas Seglares de Nazaret (MESN), colaboran en la catequesis, grupos de niños, de jóvenes, visitas a los barrios más pobres, diversas charlas y encuentros con niños y jóvenes en sus Parroquias o en Nazaret, Asamblea regional UNER, visita a los distintos centros de la UNER de la ciudad y de los pueblos, clases en una escuela de Teología, encuentros de matrimonios, charlas sobre liturgia en distintas parroquias, animación de ejercicios espirituales a jóvenes, diversas charlas a los grupos que vienen a nuestra casa de espiritualidad, charlas en los cursos de formación permanente de la CONFER, misión en los pueblos, visitas a los enfermos, formación de catequistas, formación de padres, pastoral vocacional, participación en programas de televisión, radio, revistas… Todo con el mismo fin: ¡eucaristizar el mundo!
Casa de espiritualidad y Librería
Actualmente, este Nazaret está abierto a todos como Casa de Espiritualidad. Imposible enumerar todos los grupos que han pasado por aquí para tener unos días de encuentro con el Señor y los hermanos. Mencionamos, por ejemplo, la variedad de ejercicios espirituales que se han ofrecido: para las Misioneras Eucarísticas Seglares de Nazaret (MESN), religiosas, profesores de colegios, jóvenes, seminaristas, sacerdotes… Y con respecto a los grupos mencionamos también algunos: asamblea anual y varios retiros de la CONFER, diáconos permanentes, arciprestes, UNER y distintos grupos de sacerdotes, Carmelitas Descalzas que han participado de un cursillo sobre Santa Teresita del Niño Jesús, ex alumnos de distintos colegios, el Consejo Episcopal Español, pastoral universitaria, prematrimoniales, matrimonios, diversos grupos eclesiales.
Otro hermoso apostolado de la comunidad es la atención de una Librería en el centro de la ciudad de Málaga. El 4 de septiembre de 2017 la librería abrió sus puertas al público en la nueva dirección, calle Dos Aceras nº 2, después de casi dos meses de estar cerrada por las obras de reconstrucción en el nuevo local. La gente comenzó a enterarse de la nueva dirección y se fueron incorporando nuevos clientes, entre ellos algunos extranjeros.
Una capilla bajada del cielo
Creyendo como creemos en el Pan vivo bajado del cielo nada debería sorprendernos, pero nunca nos hubiéramos imaginado una “capilla bajada del cielo”. Y así fue, literalmente. Llegó por los aires una mañana. La montaron en el patio interior de nuestra casa. La llamamos la tienda del encuentro, y es una capilla móvil muy bonita que fue armada previamente y que, con el asombro de los vecinos y nuestro, fue descendiendo lentamente desde los cielos (por medio de una grúa) para atravesar la tapia y poder ser colocada en el patio. La imagen era la de una capilla bajada del cielo. No se imaginan nuestra alegría. Tienen que venir a disfrutarla, pero… ¡qué decimos!, si ya disfrutáis de Jesús. ¡Qué bueno es! No se le ponen obstáculos con tal de estar entre nosotros. En fin, la historia no termina aquí, porque Villa Nazaret es un sueño vivo. Tú y yo estamos invitados a vivirlo. Como dice nuestro lema, hemos nacido para eucaristizar, para llevar el fuego del Amor de Dios al corazón del mundo. «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra, ¡y cuánto desearía que ya hubiera prendido!» (Lc 12,49).
¿Sabías que…?
- En 1936, a pedido del obispo de Málaga, san Manuel, entonces obispo de Palencia, cedió la propiedad donde estaba Villa Nazaret a la diócesis. Las hermanas se fueron, pero pudieron regresar allí en el año 1994. El día 9 de octubre, después de varios años de trámites y de obras, se inauguró la casa restaurada, con una nueva comunidad. El Sr. Obispo presidió la celebración de la Eucaristía, acompañado por un buen número de sacerdotes.
- A lo largo de los años, este Nazaret ha sido testigo de muchos encuentros congregacionales (cursos de formación permanente, aniversarios, reuniones, visitas de las hermanas en preparación a la profesión perpetua, y hasta un Capítulo General, en el año 2000). Además, como esta casa tiene una hermosa explanada, una característica especial han sido las veladas al aire libre que ya se describen en la primera historia de Nazaret, y que se han seguido organizando con otros matices: teatro, convivencias, juegos, dinámicas, comidas… Todo al aire libre y con sabor a encuentro.
- Y no podía faltar en esta casa esa dimensión tan nazarena de acogida y trabajo por los más pobres y abandonados. Nazaret abre sus puertas para distribuir alimentos a los más necesitados. Se organizan colectas de ropa para enviar a Marruecos, se colabora con el fondo solidario organizando paellas solidarias… Y también, la acogida sencilla que supone la escucha y el acompañamiento de cuantos se acercan a nuestra casa. ¡Gracias por poder compartir el don recibido!